martes, 5 de junio de 2012

El hombre y sus creencias


Esta entrada no es más que un breve diccionario sobre los diferentes nombres que han recibido los hombres según el modo de ver que tienen en temas de fe. Soy estudioso de las religiones, pero no practicante de ninguna de ellas, así que basaré las conclusiones desde un punto de vista puramente histórico y mitológico, pues ambos factores son esenciales para la objetividad de la cuestión a tratar. Como ya sabeis, el estudio del origen de las palabras es crucial para conocer lo verídico en cualquier campo objeto de investigación, y no lo es menos en la historia de las religiones. Las palabras en el ámbito teológico se han manipulado con frecuencia por aquellos interesados en sacar rédito. Iremos viendo de nuevo como haciendo un enfoque adecuado, las palabras -y su origen etimológico- alumbran el camino del conocimiento.


Apóstata: Raíz sta- (estar en pie). Del griego aphístamai "me alejo". Se refiere al que se aleja de una doctrina religiosa ya sea de forma regular o irregular.



Apóstol: Raíz etimológica stel- (poner, colocar). Del latín apostolus y éste del griego apóstolos "enviado", derivado de apostéllo "yo envío". Con este nombre se conoció a cada uno de los doce principales discípulos de Jesucristo, a quienes envió a predicar el Evangelio por todo el mundo. La palabra es similar al árabe rasul "enviado" que fue Mahoma. Para la tradición poscoránica es "enviado" el recipiente de la revelación con encargo de transmitirla a toda la humanidad o parte de ella.



Asociadores o teístas (árabe sirk): Aquellos que comenten pecado imperdonable, que consiste en juntar a Él (El Creador) otro/s ente/s. El asociador o teísta asocia a Él uno (monoteísmo) o más dioses que forman un panteón (politeísmo). Un claro ejemplo de monoteísmo es el judaísmo moderno, pues con el tiempo manipularon las Escrituras convirtiendo a Él en un dios a su antojo (Yavé). Un ejemplo de politeísmo es el panteón griego, que asoció Crono a Él y le hizo crear varios dioses (entre ellos su líder Zeus) que formaron parte de un mismo panteón que terminó incapacitando a Él. El prefijo "teo-" se refiere propiamente a "dios/es" y así lo empleo.


Clérigo: Raíz kel-1 (cortar, batir). Del griego klerós "lote asignado a una iglesia". Parte que toca en suerte, referido probablemente a la tribu de Leví, y de ahí al clero judaico o cristiano.



Creyente: Del latín craedere "creer, confiar". La raíz es kerd- "corazón". Así el creyente es el que confía en su fe de corazón.



Fiel: Del latín fides "confianza", "fe". Raíz bheidh- (persuadir). El fiel es el que guarda fe, o es constante en sus afectos, en el cumplimiento de sus obligaciones y no defrauda la confianza depositada en él. La raíz etimológica añade obligación o fidelidad al fiel. Véase "musulmán".


Filósofo: Propiamente "el que gusta de un arte o ciencia, el intelectual". Isidoro da una definición completa:


Reciben este nombre, de cuño griego, que en latín se traduce como "amantes de la sabiduría". En consecuencia, el filósofo es el que posee el conocimiento de las cosas divinas y humanas, y el que observa todas las reglas del bien vivir.


Gentil: Entre los judíos, se dice de la persona o comunidad que profesa otra religión. Es también sinónimo de pagano o idólatra en el sentido de grupo de gente con una religión falsa.  Vocablo similar es el árabe yahil que es el que no ha recibido la revelación divina, ignorante religioso.



Hanif (árabe) : Creyente inflexible preislámico -no judío ni cristiano-, individualidad disidente en un medio pagano, buscador de Él. Prototipo: Abraham.



Hereje: Del occitano antiguo eretge, y éste del latín tardío haereticus, tomado a su vez del griego hairetikós "partidista", "sectario", derivado de hairéomai "yo abrazo un partido" (propiamente "yo cojo", "escojo"). Esta palabra se ha manipulado bastante a lo largo de la historia por diferentes religiones, como por ejemplo los cristianos católicos que consideraban "herejes" a todos aquellos que no compartían su "fe verdadera", siendo ellos mismos herejes también, pues del cristianismo original nacieron diferentes partidos o creencias alternativas que se fueron multiplicando con el trascurrir del tiempo: católicos, gnósticos, pelagianos, luteranos, coptos, etc. También pueden calificarse de herejes a los partidos creados a partir del Corán: suníes, chiitas, etc., o a los judíos: masboteos, samaritanos, saduceos, etc. Todos los herejes tienen una interpretación particular de las Escrituras Sagradas e incluso las trastocan por pura conveniencia.



Hipócritas (traducción aproximada del árabe munafiqun): Es un concepto religioso. Eran medineses, musulmanes de palabra, infieles de corazón, observantes remisos, indignos de confianza, intrigantes, oportunistas. Adversarios políticos de Mahoma, pocos en número, fuertes entre los años 625 y 627. Aunque no formaban un partido definido, su jefe era Abd Allah ibn Ubayy. Véase "hereje".


Hombre divino (theios aner): Se trata de un hombre con una vinculación especial con Dios o los dioses, lo que le confiere poderes y habilidades muy superiores al resto de los mortales. Buenos ejemplos son: Platón, Socrates, Pitágoras, Crisipo, Epicuro, Diógenes o Apolonio de Tiana.



Idólatra: El que adora ídolos (taguts en árabe). La idolatría fue bastante común entre las culturas primitivas. Se considera pecado muy grave y propia de asociadores y paganos. La idolatría, así como el concepto teísta de "Dios" subsiste en el cristianismo actual. Santos, vírgenes, Cristos, beatos, etc., son objeto de clara idolatría.



Infiel (árabe kafir): Que, conscientemente, no acepta la revelación divina. Su postura, pues, no es pasiva sino activa.


Laico: Del latín laicus "que no es clérigo", "propio del que no lo es", y éste del griego laikós "perteneciente al pueblo", "profano", derivado de laós "pueblo".


Monje: Del latín monachus, propiamente "anacoreta", y éste del griego monakhós "único, solitario" (derivado de mónos "uno", "solo"). San Isidoro (s.VII) distingue varios tipos:


Si monje se interpreta como "solitario", ¿qué hace enmedio de la gente el que está solo? Muchas son las clases de monjes. Así los cenobitas, a quienes podemos definir como los que viven en común, pues el cenobio es propio de muchos. Anacoretas son quienes, después de la vida cenobítica, se dirigen a los desiertos y habitan solos en parajes despoblados: se les ha dado semejante nombre por haberse apartado lejos de los hombres. Los anacoretas imitan a Elías y a Juan; los cenobitas, en cambio, a los apóstoles.


Los eremitas, también llamados anacoretas, son los que han huído lejos de la presencia de los hombres, buscando el yermo y las soledades desérticas. Yermo (eremus) viene  a ser como remoto. Abad es una palabra siria que se traduce en latín por "padre", y que utilizó Pablo en su epístola a los romanos cuando dijo: "En el cual exclamamos: ¡Abba, Padre!, en donde para un mismo concepto se sirvió de los dos idiomas, pues primero dice "padre", empleando el término sirio "abba"; y luego vuelve a nombrar al padre con la palabra latina.



Musulmán: Tomado del persa musulman, por conducto del francés. La forma persa es derivada del árabe múslim, participio activo del verbo ´áslam "obedecer por la voluntad del Creador". De la misma raíz arábiga son "Islam" y "zalema". Musulmán es sinónimo de "fiel".


Neófito: Del griego neóphytos "nuevo nacimiento".  Persona recién convertida a una religión.



Ortodoxo: Raíz dek-1 (tomar, aceptar). Del latín tardío ortodoxus "opinión o creencia recta".



Pagano Raíz pak- (fijar, atar, asegurar). Del latín pagus "aldea, población", llamado así por la resistencia que los campesinos ofrecían al cristianismo que ya se había establecido en los centros urbanos, "pagano" llegó a significar "gentil, no cristiano".  


Pecador: Raíz ped- (pie). Del latín pecco "cometer una falta" "tropezar". El pecador se aparta de una norma por exceso o por defecto, habitualmente se refiere al infractor moral.



Profeta: Del latín propheta. Tomado del griego prophetes, derivado de prophemi "yo predigo, pronostico" (derivado de phemi "yo digo"). Profeta es el hombre que habla en nombre y por inspiración de Él, asimismo conjetura y predice acontecimientos futuros utilizando sus sentidos. Por el contrario el adivino se inspira en los dioses, mientras que el nigromante encanta entidades no divinas (principalmente difuntos) para presagiar.


Prosélito: Del latín proselytus, tomado del griego proselytos "convertido a una religión", propiamente "el que acude a un país para establecerse", derivado de proseléusomai "iré a un lugar". Según Isidoro designa al forastero y circunciso que se mezclaba con el pueblo de Dios.



Sacerdote: Del latín sacer-dos "que celebra ritos sagrados". Raíz sak- (santificar), pertenecen a la misma raíz "santo", "sagrado" y "sacrificio".


Santo: Raíz sak- (santificar). Del latín sancio "consagrar", "prescribir". En sí mismo es la persona que está especialmente dedicada a lo sagrado. Variable es santón "que profesa vida austera fuera de la religión cristiana".


Taumaturgo: Raíz werg- (hacer). Término de origen griego que significa "el que hace maravillas o prodigios".


Teólogo: Del griego theología. Es el que estudia la ciencia que trata de Dios y de sus atributos y perfecciones. En realidad esta palabra se refiere a "Dios/es" y no a "El", pues la teología es de origen gentil, aunque ante tanto refrito se ha venido usando normalmente de modo genérico. Dice Isidoro sobre los primitivos teólogos:


Teólogo es otro de los nombres que reciben los filósofos físicos (los que tienen a la naturaleza como objeto de estudio), y que se les aplica porque en sus escritos trataron el tema de Dios. En su búsqueda de qué es Dios, sus opiniones son evidentemente muy variadas. Unos, como Dionisio el estoico, afirmaron que Dios era este mundo visible por nuestros sentidos corporales y que estaba integrado por cuatro elementos. Otros, como Tales de Mileto, adoptando una postura espiritual, sostuvieron que Dios era la inteligencia. Algunos -es el caso de Pitágoras- dijeron que es resplandeciente (acierta Pitágoras, pues esa es su etimología) y se encuentra, espíritu como es, en todas partes.  


Otros como Platón, opinaron que Dios es inmutable e intemporal. O quienes como Cicerón lo consideraron inteligencia independiente. O bien -así Marón- espíritu e inteligencia. A ese Dios que habían descubierto sirviéndose de sus propias luces, lo explicaron de manera distinta a como lo descubrieron, porque acabaron desvaneciéndose en sus propias lucubraciones: llamándose asimismo sabios, se convirtieron en necios. Los platónicos conciben también a un Dios providente, árbitro y juez. Los epicúreos, ocioso e inactivo.  



Teurgo: Raíz dhes- (Dios). Vocablo de origen griego que significa "el que hace obra divina". La teurgia era una especie de magia de los antiguos gentiles, mediante la cual pretendían tener comunicación con sus divinidades y hacer prodigios.

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