miércoles, 15 de mayo de 2013

Paganos

El sentido comúnmente aceptado sobre pagano es el de los idólatras y politeístas, especialmente de los antiguos griegos y romanos; si bien se dice también de todo infiel no bautizado. En general tiende a creerse que es algo del pasado. Propiamente hablando el paganismo no ha desparecido (ni mucho menos), para probar esta afirmación espero que me acompañen en esta investigación.






Pagano viene de "pago" nombre que se daba antiguamente a las aldeas. La raíz etimológica es pak- (fijar, atar, asegurar), a la cual pertenece el latín pagus "aldea" "término o linde originalmente marcado por estacas". A la misma raíz pertenecen "país", "paisano", "paisaje" o "payés". En España los pagos fueron distritos agrícolas típicos en época romana, visigoda en incluso medieval. Comenta San Isidoro (s.VII) sobre los pagos:



Los pagos son lugares apropiados para las viviendas de quienes habitan en los campos. Se les da también el nombre de "conciliabula" por el agrupamiento y concentración de muchas personas en un solo lugar.






Dicho esto vamos a ver la relación existente entre las creencias religiosas y las aldeas. Nadie mejor que Isidoro para explicarlo:



El nombre de paganos deriva de los pagos atenienses en donde tuvieron sus comienzos. En aquellos lugares agrestes y en aquellos pagos establecieron los gentiles bosques sagrados y erigieron ídolos. Por ser tal tu origen, recibieron este nombre los paganos. Se denomina gentiles a quienes no conocen la ley y aún no han recibido la fe. Y se los llama así porque continúan en el mismo estado en que nacieron, es decir, tal y como fueron concebidos en pecado, sirviendo a los ídolos y sin haber sido regenerados todavía. Por eso se les denominó en un principio como gentiles; en griego llevan el nombre de étnicos. Étnicos, traducido del griego al latín significa "gentiles", pues en griego "éthnos" quiere decir "gens". Una vez que han recibido la fe, ya no debe llamarse gentes o gentiles a los que proceden de los gentiles, del mismo modo que se le puede llamar judío a quien adopta nuestra fe.



En la lengua militar tiene la significación de civil, como urbanus, por oposición al militar, que era castrensis. En la lengua de la Iglesia, al continuar los pagos hostiles o rebeldes al cristianismo, paganus equivale a pagano; esa misma connotación adquiere las palabras gentilis y ethnicus, de las que habla Isidoro.





Desde siempre el medio rural, dado su entorno geográfico, ha estado aislado de las nuevas ideas que iban surgiendo en los núcleos urbanos y otros lugares con contacto frecuente con el exterior. De hecho, históricamente las ideas religiosas se fueron propagando principalmente por medio del comercio, ya sea marítimo o viario. En cierto modo el pagano es una reliquia del pasado más remoto, del mismo modo que un indio del Amazonas, un verdadero tesoro antropológico que el interesado en religiones no debe pasar por alto.






En el castellano existen unas cuantas palabras ligadas con el pagano de un modo u otro:



Villano: El villano es el habitante de una villa, tiene la misma relación que el pagano con el pago. El término se usa frecuentemente como insulto con el signficado de "ruin" o "rústico".



Idiota: Comparte relación etimológica con étnico: s(w)e- (pronombre de tercera persona reflexivo). Con alargamiento swedh- "lo que es de uno mismo", "peculiaridad", "costumbre". Idiota se usó originalmente en Grecia para denominar al ciudadano común y corriente o al perteneciente a una etnia, más tarde tomó el significado de ignorante. Equivale más o menos a lo que hoy conocemos como "provinciano": Aquel con estrechez de espíritu y apego excesivo a la mentalidad o costumbres particulares de una provincia o sociedad cualquiera, con exclusión de las demás.



Indígena: Palabra con la misma raíz etimológica que gentil: gen- (dar a luz, parir). Al igual que gentil, un indígena es alguien originario de un linaje, o más reciéntemente de un país.







En la práctica los árabes llamaban yahil a los paganos, si bien esta palabra proviene del verbo yahila (ignorar). Para ellos los paganos no habían recibido la revelación divina, diferente del infiel que conscientemente no la acepta. La postura del yahil es pues pasiva. La Biblia está plagada de relatos en los que los enviados del Creador tratan de corregir o aconsejar a los paganos sobre la vía moral recta. Uno de los más conocidos es la de Moisés y el becerro de oro creado por los idólatras.




Asimismo el Corán nombra un buen número de enviados (entre ellos Jesús y Mahoma) que fueron rechazados (y a veces perseguidos) por los ignorantes (yahil). Así en la sura 26 (Hud y los aditas) los aditas desmintieron a los enviados. Cuando su paisano Hud les dijo:



"¿Es que no vais a temer a Alá? Tenéis en mí a un enviado digno de confianza. ¡Temed, pues, a Alá y obedecedme! No os pido por ello ningún salario. Mi salario no incumbe sino al Señor del universo. ¿Construis en cada colina un monumento o ídolo para divertiros y hacéis construcciones esperando, quizá, ser inmortales? Cuando usais de violencia lo hacéis sin piedad. ¡Temed a quien os ha proveído de lo que sabéis: de rebaños e hijos varones, de jardines y fuentes! ¡Temo por vosotros el castigo de un día terrible!"





Dijeron: "¡Nos da lo mismo que nos amonestes o no! No hacemos sino lo que acostumbraban a hacer los antiguos. ¡No se nos castigará!" Le desmintieron y Alá les aniquiló. Ciertamente, hay en ello un signo, pero la mayoría no creen. En verdad, tu Señor es el Poderoso, el Misericordioso.



A grandes rasgos el pagano es un ignorante que habita en el medio rural: vulgarmente llamados paletos, catetos, palurdos, etc. Dada su ignorancia religiosa (y de cualquier género) los paganos han ido cambiando la forma de sus creencias y convicciones morales con el transcurso de los milenios por necedad, o más frecuentemente, por pura conveniencia. De ahí se extrae que sean siempre víctimas de los más espabilados y que paguen (nunca mejor dicho) siempre los platos rotos. Mortal de necesidad es la ignorancia.





Si bien el fondo es el de siempre. Son los mismos que adoraban ídolos en épocas pretéritas y más tarde se embelasaban ante las estatuas de los dioses y héroes, más recientemente se han cristianizado y adoran enfáticamente vírgenes y cristos de todo tipo. Preguntadles por qué razón persisten, dirán que sus padres hacían lo mismo... ¿Les suena de algo?





2 comentarios:

Amo del castillo dijo...

Alucino con las etimologías de vuecé, Sr. Tormenta. Debería reescribir al santo Isidoro, leches...

Un saludo

El Tormenta dijo...

La inspiración me vino tras ver algunas carretas rocieras recientemente, si bien ya tenía pensado algunas ideas sobre el asunto.

Ya le dije un día que yo era la reencarnación de San Isidoro, de hecho vivo en su misma ciudad. Je, je, je.

Un abrazo