sábado, 9 de agosto de 2014

Ángeles malos

El vocablo "ángel" procede del latín angelus, y éste del griego ángelos "nuncio, mensajero". Al parecer el griego lo tomó del iranio, que a su vez toma de otra lengua. En español tenemos también "arcángel" (ángel jefe) y "evangelio" (buena nueva). Los ángeles suelen ser criaturas espirituales encargadas de dar buena noticias o informar a los profetas o elegidos por la divinidad. Sus alas representan la velocidad con que transmiten los mensajes.




Pero, ¿qué ocurre con los ángeles malos? Éstos, sin embargo, se tomaron como sinónimo de "demonio", pues bien sabemos que para los autores cristianos los demonios representaban el mal. Los cristianos crearon una teología a su antojo mezclando creencias paganas, judías y herejes; formando un cóctel que variaba según las necesidades del momento. Los demonios (literalmente "repartidor del destino") no eran malos de por sí en las religiones precristianas, aunque ciertamente los había también perversos. Como vemos el concepto actual y la relación entre ángel y demonio es más tradicional e interesada que real.




Para conocer concienzúdamente qué es un ángel malo debemos imaginar un espíritu que da información errónea o sesgada, pues lo malo destaca por la carencia de eficacia y/o bondad. Dichos "angelitos" podemos encontrarlos a diario en los medios de comunicación, me refiero a los periodistas-mercenarios que supuestamente informan a los ciudadanos, pero en realidad emplean su lengua viperina siguiendo las órdenes de sus arcángeles malos, me refiero a los jefes de las grandes corporaciones de comunicación. Los ángeles malos son capaces de defender opiniones diferentes según quien le pague. Muchos de ellos están en la mente de todos.





Para evitar ser engañados por tales individuos, el mejor remedio es la cultura. No en vano los países más subdesarrollados o con una pésima tasa de lectura por habitante (caso de España) suelen ser los peor informados de lo que sucede a su alrededor. Ellos utilizan con certera habilidad las pasiones y el espectáculo para encandilar al público canallesco. Sin duda cuando les llegue la hora se convertirán en angeles, pero no precisamente de los buenos. Van a ver. Abajo representación de un ángel caído.








Los medios de comunicación occidentales se caracterizan por estar polarizados a nivel local entre la izquierda y la derecha, teniendo en este caso relativa libertad de expresión. Sin embargo, la información internacional que divulgan es básicamente la misma en todas ellos. El sionismo y la defensa a ultranza de EEUU es una constante común a la hora de la verdad. Dicha organización recuerda en sumo grado a la independencia de los obispos en sus diócesis, la cual se ve mermada a nivel global por el poder papal.





Los hilos del poder están dirigidos, en muchos casos, por individuos designados a dedo por diversas organizaciones sectarias (antiguamente llamadas herejías) multimillonarias. Dichas sectas son opacas y muy minoritaras, pero al controlar puntos clave (políticos, banqueros, jefes de gobierno y religiosos...) podemos afirmar que una minoría controla a la mayoría. Desde la época tardorromana hasta hoy la influencia de las herejías ha sido decisiva en el devenir histórico, sin embargo en la historia oficial de los últimos 200 años se les nombra en este aspecto de pasada, quizá porque nos afecta actualmente.





Han sido tantos sus conspiraciones y crímenes contra la humanidad que lógicamente los silenciarán mientras puedan. Cualquier halo de luz sus ángeles lo considerarán "teoría de la conspiración". ¿Podemos llamar teoría de la conspiración el asesinato de Kennedy? ¿El hundimiento del Maine que causó la guerra de Cuba? ¿Y las torres gemelas? ¿Y las guerras que los puñeteros angeles caídos justifican a diario cuando hay petroleo de por medio? Al ostentar el poder destruyen y ocultan pruebas impúnemente para perpetuarse; ¿alguien pensó en esto? Cualquiera que no quiera verlo está ciertamente mal informado y manipulado. Una mentira repetida contínuamente se convierte en cierta para los ignorantes, lo tienen bien estudiado. Es obligación de todo bien nacido denunciar contra viento y marea al conspirador y sus secuaces.





Masones, católicos, evangelistas, lobbys corporativos, sionistas, la CIA, etc. Todos ellos tienen un trozo del poder, y lo que es peor, hacen lo imposible por mantenerse a flote e incluso crecer. Uno de los más peligrosos arcángeles es Juan Luis Cebrián, fundador del diario "El País", presidente ejecutivo del grupo Prisa y miembro permanente del club Bilderberg desde hace muchos años. No hay extraterrestres que vengan de otros mundos a jodernos, el hombre es un lobo para el hombre. En definitiva dentro de la jerarquía infernal los ángeles siguen las órdenes de los arcángeles, y éstos a su vez a los dueños del cotarro: los únicos dioses a los que sirven.




martes, 15 de abril de 2014

Sobre los dioses III

La etapa histórica en la que los dioses eran adorados por el hombre fue sin lugar a dudas la más sangrienta de la humanidad: sacrificios, fanatismo y guerras sin cuartel amparadas por la divinidad. ¿Qué o quién se esconde tras los dioses? Lo que sea se trata de algo especialmente poderoso que casa bien con la necesidad espiritual humana.




Los dioses no eran precisamente un compendio de virtudes: incestos, violaciones, parricidios, crímenes en masa, robos, secuestros y una larga lista de pecados. Así en la Iliada los dioses toman partido en uno y otro bando durante la guerra de Troya. Algo que deja anodadado a cualquiera que analice el asunto desde un punto de vista ético. Se me ocurren algunas teorías sobre el origen de los dioses, al contrario que muchos profetas de la verdad absoluta (frikis-new age), no tengo la respuesta segura, tan solo conjeturas. Cada una de estas teorías tiene sus defensores y detractores.

1-Quizá los primeros dioses fueron poderosas entidades espirituales de otros planos que tomaron contacto con brujos y profetas. El poder y jerarquía del hechicero o sacerdote era enorme en las primeras tribus, sobre todo por su capacidad de curar, adivinar o contactar con el otro mundo. Estas entidades guiaban al pueblo a través de los sacerdotes, los cuales a cambio mejoraban su prestigio y escala social.




2-Otra posibilidad es que los dioses fuesen extraterrestres muy evolucionados tecnológicamente que al contactar con el hombre le enseñaron ciertas disciplinas (astrología, agricultura, escritura, etc.) a cambio de obediencia ciega. Las guerras entre dioses puede corresponder a riñas entre los extraterrestres asentados en la Tierra. La raíz etimológica de "dios" (brillante) podría ser debido al brillo que emitían ellos o sus naves. Existen multitud de leyendas en las que héroes o monarcas reciben de los dioses poderosas armas mágicas. ¿Quizá armas espaciales muy avanzadas?




3-Los dioses fueron personas ejemplares de carne y hueso que con el tiempo se magnificaron sus proezas. Así por ejemplo el dios Asclepio pudo ser originalmente un médico innovador y excelente. Las rimas y mentiras de los bardos acrecentaron aún más si cabe su fama. El hombre tiene tendencia psicológica natural a idolatrar y exagerar cualquier cosa que le reporte beneficio o admiración, eso está demostrado machaconamente por la historia, aún hoy día. Desde el punto de vista de las creencias es bastante infantil y fácil de engatusar, guste o no. Si hay multitud de ejemplos en occidente de personas con cuestionable moral que muchos llevan a los altares (Lady Gaga, Francis Drake, Michael Jackson, Adolf Hitler), ¿Qué no se hará con los que tengan una moral más elevada? (Gandi, Nelson Mandela, Adolfo Suárez, Jesús de Nazaret...).





4-Los primeros astrólogos aprendieron su ciencia de los "dioses", en este caso los brillantes astros. Los ciclos de los planetas, las mareas, la navegación nocturna, el zodiaco, las estaciones o las matemáticas fueron los principales conocimientos que trajeron la civilización al hombre de las cavernas. Estos astrólogos, sabios pero humanos, causaron antaño una revolución tecnológica impresionantemente importante en sus respectivos pueblos. La tecnología permite sobrevivir venciendo a los enemigos (humanos o animales) y dominándolos. Los planetas y astros serían los dioses (no en vano los astros recibieron nombres divinos) y los astrólogos sus "sacerdotes". Saber es poder.



lunes, 14 de abril de 2014

Desenmascarando a Yavé

Sin ningún género de dudas Yavé ha sido el "dios" que más ha influído en la historia de la civilización occidental, es además el cimiento de las religiones judía, musulmana y cristiana. En el Antiguo Testamento aparece como el dios de los judíos desde la época de Abraham, aparentemente sin ninguna tradición que de alguna pista sobre su oscuro origen.





En el Corán Alá se define asimismo en boca de Mahoma como el mismo dios del Antiguo Testamento. El nombre Alá es la forma arabizada de "El", que fue el dios más importante del panteón cananeo. Aparentemente Yavé y Alá/El serían los mismos dioses, pues tienen ciertamente muchos parecidos: los relatos mitólogicos del Antiguo Testamento, el Juicio Final, los profetas (Moisés, Elías, Abraham), los ángeles, un monoteísmo agresivo y un comportamiento que podríamos tildar de guerrero ante los infieles. Sin embargo Alá comenta en el Corán que los judíos manipularon ciertos textos bíblicos con objetivos egoístas. De ahí que la relación entre Alá y los judíos sea de todo menos cordial y por extensión la convivencia histórica entre musulmanes y judíos.

Por otro lado los cristianos llaman "dios" a Yavé, palabra que no viene en los textos originales pero que se tradujo así para hacerlo más entendible ante el público pagano de la época. En cambio Yavé es nombrado en algunos versículos como el más grande de los Elohim (forma plural de El, perteneciente a la esfera de El o bien hijo de El), lo cual nos acerca al ya mencionado Alá. Para los gnósticos Yavé, el dios de los judíos, era ni más ni menos que el propio Satanás, así que sus relaciónes con ellos eran de todo menos amistosas.

El era el dios más importante del panteón cananeo. Se le denominaba padre de los dioses y de los hombres, creador de la tierra, todopoderoso. Padre de los años y rey. Se le calificaba de sapientísimo, santo y misericordioso. Tenía dos esposas Anat y Asherat que dieron a luz respectivamente el lucero de la mañana y el lucero de la tarde. Este mito era modelo de un rito que se celebraba al comienzo de un ciclo de siete años. Todos los dioses nacieron de El y de Asherat que también había sido engendrada por El, por esta razón Asherat recibe el nombre de madre de los dioses. El es muy prolífico pues engendró setenta hijos.

Era en origen el dios supremo, pero esta situación cambió, ya que su hijo Baal le arrebató el puesto que tenía. Baal hasta robó sus dos esposas a El, que se volvió indeciso, ocioso y débil. El culto a Baal era antiguo, pues era ya venerado en el III milenio a.C. entre las poblaciones del alto y medio Eúfrates, donde también se rindió culto a la diosa Anat. Se denominó Baal, príncipe, señor de la guerra, jinete de las nubes, el Soberano, el poderoso; tiene a la vez su nombre propio Hadad. Baal era de carácter guerrero, pero al mismo tiempo fue principio de fecundidad, lo mismo que su esposa y hermana Anat.

Disconforme con esta situación El nombró a su otro hijo Yam como defensor, cosa que éste aprovechó para convertirse en el soberano de los dioses. Baal no pudo tolerarlo y luchó contra Yam hasta derrocarlo. Yam, a menudo representado como una serpiente, era el dios del mar y los rios. Tenía poder sobre ellos para crear maremotos y tormentas. Su relato tiene similitudes con la lucha entre el mesopotámico Tiamat y Enlil; en la mitología hurrita/hitita el combate entre Teshub (o Tarhunt) e Illuyanka; Thor y la serpiente Jörmungandr en la mitología nórdica; Vitra e Indra en la hindú; Tifón y Zeus en los mitos griegos y un largo etcétera.





Unos pocos autores sostienen, en mi opinión de forma acertada, que una posible vocalización de Yam en el ciclo de Baal sea "Yw" y ello podría tener conexión etimológica con el YHWH (Yavé) del Antiguo Testamento. De ser cierto la riña disputada en el Monte Carmelo (Reyes 1, 18) entre los sacerdotes de Yavé/Yam (liderados por Elías) y los de Baal tendría sentido. Resumo a continuacíon algunas de las coincidencias entre Yam y Yavé:

1-Ambos son Elohim.
2-Se han hallado inscripciones antiguas en las que se habla de "Yavé y su Asherat", recuérdese que Asherat era la esposa de El y que Yam usurpó el trono tomando con ello a sus esposas.
3-Yavé insiste machaconamente en la Biblia que es el único dios mientras que los demás son falsos. Yam también tuvo las mismas ambiciones soberanas, y de hecho lo logró durante un tiempo.
4-La lucha entre Baal y Yam/Yavé puede intuirse también cuando los hebreos adoraron al becerro de oro (Baal se representaba históricamente en forma de becerro) durante la ausencia de Moisés.

Los griegos asociaron Baal con Zeus; Yam con Poseidón y El con Cronos. Es sabido que Cronos, padre de los olímpicos, fue castrado por Zeus y desde entonces se convirtió en el jefe del panteón, no sin antes guerrear contra su hermano Poseidón que aspiraba al trono vacante.



En definitiva los dioses de todas las culturas aspiraban al trono divino que sustentaba una poderosa entidad llamada El, posiblemente el propio Alá coránico o "El Creador de todo" (Demiurgo) de las tablillas sumerias. Nada tienen que ver entonces Baal/Zeus ni Yavé/Yam con el Creador, tratándose entonces de usurpadores que gustaban de ser adorados. Quizá sea la mayor manipulación teológica y espiritual que ha recibido el hombre en su larga historia. Asumiendo lo dicho en la presente entrada, el lector podrá entender con nitidez las contradicciones y crueldades de Yavé en el Antiguo Testamento, asimismo el Corán será más fácil de comprender.





martes, 18 de marzo de 2014

Genios: Dragones

Uno de los principales problemas que existen para descubrir a los verdaderos dragones ha sido el uso incorrecto del vocablo sumado a las invenciones de pintores y bardos desde época medieval. No es de extrañar que hoy día metamos en la familia de los dragones a criaturas que nada o poco tienen que ver con la serpiente. Y es que los dragones eran serpientes con características muy peculiares. Es el caso típico de animal confundido con genio. Centraremos este estudio desde la Antiguedad hasta el siglo XIII. 




"Dragón" procede de la raíz indoeuropea derk- (ver); con significado asociado en otras lenguas a "mirada", "ojo", "aspecto", "luz". Al latín llegó procedente del griego donde significa literalmente "monstruo con ojo de demonio". Es muy probable que las palabras "tragar" y "tragante" (canal que traga agua de lluvia) vengan de la misma raíz etimológica. Los famosos barcos "drakkar" de los vikingos incluían en la proa una cabeza de dragón, pues pensaban que aterrorizaba a sus enemigos, si bien había leyes que obligaban a desmontarla o taparla para evitar que los genios (landvaettir) que habitaban en ciertas zonas se asustaran, trayendo con ello mala suerte.




Todo monstruo o animal serepentiforme (con patas, alas, arrojando fuego, etc) es calificado como dragón sin ninguna consideración bajo nuestro punto de vista: Un wyvern, o cuélebre, por poner unos ejemplos, nada tienen que ver con nuestro dragón desde un punto de vista etimológico ni racional. En futuras entradas me ocuparé de estos otros genios. Serpientes gigantes y dragones atacando barcos fueron habitualmente representados en los mapas antiguos, quien sabe si por testimonios de los marineros que lo padecieron. No es descabellado pensarlo, hasta no hace mucho el Kraken (calamar gigante) se creía que era leyenda: hoy está catalogado como especie.



n su Historia Natural (77-79 d.C), Plinio comenta sobre las serpientes y dragones:

Escribe Magastenes, que en la India crecen tanto las serpientes que se tragan a los ciervos y los toros enteros. Metrodoro cuenta que cerca del rio Rhindaco, en el Ponto, por altas y veloces que vuelen las aves, con el hálito y el resuello las atraen a sí y las tragan. Se ha visto una sierpe de 120 pies (35,5 m.) de largo a la cual combatió en las guerras cartaginesas, cerca del rio Braga, Marco Régulo Emperador. Con ballestas, tiros y otras máquinas de guerra, como si fuera un castillo: su pellejo y quijadas duraron en Roma en un templo hasta la guerra de Numancia. Fe y testimonio da a esto unas serpientes que en Italia llaman boas, las cuales vienen a ser tan grandes, que en el tiempo del emperador Claudio, fue muerta una en el monte Vaticano, en cuyo vientre se halló un muchacho entero. Críase lo primero con leche de vaca, de donde toma el nombre, las formas y maneras de los demás animales, que se suele traer a Italia muchas veces de otras partes.

Al dragón lo llaman los hebreos Tannin, los griegos Dracó, los hispanos e italianos Dragó, los húngaros Sar Kay y los polacos Smok. Se hallan diferentes géneros, pero tan semejantes que se diferencian poco, si no es en la grandeza del cuerpo. Pero aquel que se llama propiamente Dragó, no es animal venenoso ni de gran boca, antes la tiene tan pequeña que aunque procure morder, y tiene dos órdenes de dientes en cada parte, no puede dar bocado que haga daño: y así no está su poder y fuerza en los dientes, sino en la cola, con la cual dando golpes suele derribar grandes animales.

Es este de hermosa figura, tiene la frente elevada y gruesa, los ojos muy encendidos y debajo de la quijada una barba, casi colorada y verde, tiene perfectísima vista, y así le llamaron los griegos "Dracó", de "Dercó" que significa "ver". Otro género de dragones hay en la India, que son de 20 (8,8 m.) y 30 (13,2 m.) codos de largo, y algunos se engendran mayores. En Etiopía se crian iguales a éstos. Y Artemidoro afirma que en Arabia los hay de la misma fuerza ya que pelean con toros y elefantes dejándolos sin vida. De otros se cuentan que se crian en la India y en la Libia más fabulosos; porque dicen que son tan grandes que crece la hierba sobre ellos. 




Están estos dragones cubiertos de anchas y muy ásperas escamas, sus ojos son grandes, la boca muy ancha, la lengua larga, los dientes largos y fuertes, semejantes a los del jabalí: con los cuales quebrantan los huesos de los animales que muerden: son estos de diversos colores, unos negros, otros bermejos, otros amarillos y otros cenizos. También se crian en la Frigia otros dragones que tienen cuarenta pies (11,8 m.) y más de largo, y dicen que salen cada día en medio del estío de sus cavernas, y estirando solamente con la cola en la tierra levantan todo el cuerpo en el aire, y ponen el cuello muy empinado, y abriendo la boca atraen a las aves que vuelan por encima, aunque vayan muy altas, solo con aspirar hacia sí y traídas de esta fuerza por el aire caen en su boca y vientre.

Hacen guerra los dragones a todas las aves, aún antes de haber nacido, subiendo a donde ven sus nidos, y destruyendo sus huevos, y es cosa maravillosa la astucia que tienen para comerlos: si los dragones son grandes, para no perder cosa de ellos se los tragan enteros y después haciéndose una roca se aprietan tanto a sí mismos que los quiebran dentro del buche y después echan las cáscaras fuera. Pero siendo los dragones pequeños, como no pueden tragarlos, cogen el huevo y cíñenlo alrededor, apretándole tanto por la parte alta que le quiebran como un hierro y luego sorben todo lo que queda abajo.

En la Calabria, provincia de Italia, se cria a otras serpientes llamadas Boas: las cuales se hacen tan grandes que quitan la duda de esto atrás. Estas dicen que son muy amigas de la leche, y así cuando son pequeñas, se van a los atajos de vacas y maman a las que están paridas, y cuando se han hecho fuertes y grandes no solo se contentan con leche, sino con la sangre y carne y así despedazan a las hacían oficio de madre, sin que ellas puedan resistir su fuerza y suele llegar a tanto su poder y brabeza que después de destruído el ganado ponen en peligro a la gente de la región donde viven, como se vio en aquella del monte Vaticano en tiempo de Claudio emperador de Roma, pero ya en nuestros tiempos no llegan a ser tan grandes. 








San Isidoro, siguiendo a Plinio (s. I d.C) y a Solino (s. IV d.C) dice de ellos:

El dragón es el mayor de todas las serpientes, e incluso de todos los animales que habitan la tierra. Los griegos le dan el nombre de "drákon", derivado del cual es el latino "draco". Con frecuencia, saliendo de sus cavernas, se remontan por los aires y por su causa se producen ciclones. Está dotado de cresta, tiene la boca pequeña, y unos estrechos conductos por los que respira y saca la lengua. Pero su fuerza no radica en los dientes, sino en la cola, y produce más daño cuando la emplea a modo de látigo que cuando se sirve de su boca para morder. Es inofensivo en cuanto al veneno, puesto que no tiene necesidad de él para provocar la muerte: mata siempre asfixiando a su víctima. Ni siquiera el elefante, a pesar de su magnitud, está a salvo del dragón: éste se esconde al acecho cerca de los caminos por los que suelen transitar los elefantes, y se enrosca en sus patas hasta hacerlos perecer por asfixia. Viven en el calor abrasador de Etiopía y la India.




La "dragontites" se extrae del cerebro del dragón. Ahora bien, la gema no llega a formarse a no ser que se le corte la cabeza cuando todavía está vivo; por eso los magos decapitan a los dragones cuando éstos están dormidos. Hay hombres audaces que exploran las guaridas de los dragones, en las que esparcen hierbas drogadas para provocar el sueño al dragón, y así, cuando está dormido, le cortan la cabeza y extraen de ella las gemas. Son de un brillo transparente. Sobre todo los reyes de Oriente se ufanan de que disfrutan de ellas.

Hugo de Folieto (s.XII) nos da la razón por la cual se asocia el dragón con Satanás:

Y esta bestia, en un tiempo llamada dragón y en otro Leviatán, se usa en la escritura simbólica. El dragón, la más grande de todas las serpientes, es el diablo, el rey de todos los males. Como se da muerte con su aliento venenoso y golpe de su cola, por lo que el diablo destruye las almas de los hombres de pensamiento, palabra y obra. Mata a sus pensamientos por el aliento de orgullo; envenena sus palabras con malicia, sino que las estrangula por el desempeño de las malas acciones, por así decirlo, con su cola. Por el dragón el aire se pone en movimiento, por lo que es la paz de las personas de mente espiritual a menudo perturbada de esa manera. En ella se establecen esperar a un animal casto, por lo persiguió hasta el Cristo de la muerte del guardián de la castidad, naciendo de una virgen pura, pero él fue vencido, después de haber sido aplastado por él en su muerte. En cuanto al color precioso que se obtiene de la tierra, que es la Iglesia de Cristo, adornado con su preciosa sangre. El dragón es el enemigo de un animal puro, del mismo modo que el diablo es el enemigo del Hijo de la Virgen.




En un documento inglés del s.XIII leemos:

Y esta criatura a menudo saquea frente a su caverna, se monta en el aire, y el aire se pone en movimiento con violencia y brilla a su alrededor.

La relación entre la serpiente y el paganismo ha sido estrecha desde siempre, esto último lo constata San Isidoro en sus Etimologías: Entre los paganos la serpiente siempre era considerada como un genio de lugar. Por ello dice Persio (1,113): "Pinta dos serpientes: este lugar es sagrado, joven". Los dragones de los mitos están ligados a zonas inundables. Parece confirmarse que el dragón es la forma cristiana de un genio de las aguas. Neptuno era el nombre culto que los clérigos empleaban para designar a los espíritus de las aguas, pero hay otros nombres como "dracus". Entre las insignias que llevaban los romanos en sus estandartes era una el dragón para significar la suma vigilancia del capitán general y el cuidado y solvencia que debía tener en todo.


Es posible que el dragón fuese en realidad una especie de constrictora gigante (la descripción y la relación etimológica con "tragar" lo hacen viable) que dada sus peculiaridades y descomunal tamaño llegó a forma un mito, en este caso maligno desde el punto de vista humano pues debió ser animal peligroso para cualquiera. No es nada raro la intromisión de los animales en la teología y las leyendas, por ejemplo el caballo (relacionado con el más allá para los antiguos) o el propio lobo por nombrar tan solo a un par de ellos. Eso por no mencionar la larga lista de animales incluídos en el panteón egipcio. Por otro lado los genios serpentiformes se asociaron popularmente al Maligno con más énfasis favorecido por el auge del cristianismo y su lucha pepetua ante el paganismo. La propia palabra "demonio" fue usada por la Iglesia de modo torticero, vino como anillo al dedo: el resto lo hizo el tiempo.






lunes, 17 de marzo de 2014

Genios: Introducción

Los genios son entidades de naturaleza animaloide que aparecen en todas las culturas del mundo. Los grecorromanos creían que los seres humanos contenían en su espíritu un genio o demonio que les protegía y guiaba a lo largo de su vida, en el cristianismo pasó a llamarse ángel de la guarda. Dentro del culto imperial de la antigua Roma se deificaba el genio y númen del emperador de turno. Además era común entre los antiguos paganos rendir culto a los genios de lugar (genius loci) en las zonas específicas de la geografía (rios, cuevas, montes, etc.) donde se dejaban ver y habitaban. Las leyendas de gigantes, enanos y dragones son relatos cristianizados que pueden ocultar la existencia de un genio local.





Para el Corán los genios estaban creados a partir de fuego y formaban una raza aparte de la humana. Iblís (el Satán coránico) es descrito como un genio poderoso o demonio que renunció a adorar al hombre, con lo cual consiguió que Alá le permitiera tentar al hombre pecador y aplazar su condena por desobediencia al Juicio Final. Todos los genios tienen alguna relación con la fertilidad, no en vano la propia palabra es derivada de "generar" y la que usaron los griegos ("demonios generadores") les delata plenamente. Los genios pertenecen pues a la familia de los demonios y no al revés.




La brujería y los genios han estado ligados desde siempre, pues tanto brujos como brujas (vivos o muertos) dominaban el arte del cambio de forma de su propio espíritu (o genio) gracias a la consumición de ciertas sustancias y/o cantos mágicos. Entre los animales favoritos que las brujas y brujos adoraban metamorfearse se encuentran el lobo, la serpiente, la lechuza, el macho cabrío, el leopardo (si nos vamos a las junglas), etc. En efecto se creía que algunas personas podían convertirse en demonios al fallecer y crear todo tipo de desmanes por los alrededores.




Los musulmanes prefieren el vocablo genio (djinn) -en lugar de "demonio" que usamos en occidente- cuando una persona muestra síntomas claros de posesión espiritual, con frecuencia los posesos aullan y se portan como animales. Asimismo algunos magos eran capaces de encantar a los genios con objeto de proteger un lugar o perjudicar a alguien con maleficios, en muchas leyendas los genios podían incluso ser atados a un objeto (recuérdese la lámpara de Aladino) o lugar. Mucho me temo que las ánimas de los difuntos eran en realidad los genios de los muertos, pues no es casualidad que a veces se presentaban con rasgos medio humanos medio animales. Recordemos que los antiguos también llamaban al ánima o parte vital del espíritu "espíritu animal". Debe incluirse dentro de la familia de los genios a todas aquellas entidades similares que pululan por el mundo, aunque tengan un nombre diferente. Mismo perro con distinto collar. Abajo la niña de la película "el exorcista" caminando como una araña.






En ocasiones los autores antiguos no distinguen a un genio de una especie peculiar de animal, es el caso de los dragones o la estrige (especie de bruja-lechuza), ambos considerados hasta siglos muy recientes como especies animales por los naturalistas. El lector intuirá lo complejo y polifacéticos que son los genios. En las siguientes entradas iremos analizando uno por uno algunos de los más populares, les adelanto que va ser súmamente interesante.



martes, 4 de marzo de 2014

Demonios: Los árbitros del destino

Mucho es lo que se ha escrito en todos los tiempos y lugares acerca de los demonios, a menudo erróneamente y rara vez con acierto. Para confirmar tal afirmación no hay más que ver el concepto moderno coctelero que se tiene de la palabra. El tópico es que es un espíritu maligno que trata de apoderase de las almas para llevarlas al infierno. Los demonios (o el Demonio) han sido un cajón de sastre muy socorrido para iglesias, sectas, escuelas filosóficas, padres que tratan de amedrentar a sus pequeños, magos, etc.

En la presente entrada no pretendo hacer un estudio detallado sobre la opinión global en la historia del hombre acerca de estas entidades (hay bibliografía de sobra sobre el asunto). Más bien dar respuesta a la simple pero compleja pregunta: ¿qué es un demonio? Y solo a partir de aquí mostrar unos pocos testimonios históricos que tienen coherencia sobre dicha definición. Ya es hora de hacer justicia a los vilipendiados demonios, un servidor al menos lo intentará. Sin más empezamos.

La raíz indoeuropea del vocablo es da- ("dividir"; también tiene el significado de "trozo", "comer", "multitud"). Algunas palabras que se incluyen en la raíz son: "democracia", "epidemia", "daño", "condenar", etc. Con sufijo dai-mon toma el significado en griego "que reparte el destino de los hombres", de este sufijo tomó en latín la forma daemonium y más tarde el castellano "demonio". Así pues en la cultura occidental el vocablo proviene del griego y es allí precisamente donde hay que colocar los cimientos de la investigación.

Para los antiguos griegos cada individuo es portador en su alma de un demonio que le guía y protege a lo largo de su vida. Pensaban que los había benignos (agathodaimon) y malignos (kakodaimon), si bien algunos autores griegos añadían los neutrales (también llamados "vengadores"). Entre los teurgos (sacerdotes-magos paganos de influencia grecoegipcia) los demonios buenos se conocían a veces con el nombre de "demonios divinos" pues pensaban que eran mandados por la divinidad; al contrario que los malignos (capaces de generar cualquier tipo de catástrofe natural) los cuales habitaban principalmente en las regiones sublunares siguiendo sus propios instintos.

Con independencia de su moralidad, para los teurgos existían otros tipos, por ejemplo los "demonios generadores", en mi opinión el nombre que le daban los griegos a los genios. Veamos lo que comenta Jámblico (245-330 d.C) sobre ellos:

Ahora bien, los dioses hacen los signos por intermedio de la naturaleza, que le está sometida para la producción de fenómenos, la naturaleza común y la específica de cada ser, o bien por los demonios generadores, los cuales, presidiendo sobre los elementos del universo, sobre los cuerpos particulares, sobre los animales y sobre todo lo que hay en el mundo, conducen con facilidad los fenómenos como les parece a los dioses. Estos demonios revelan simbólicamente el pensamiento del dios, "sin decir ni ocultar", como dice Heráclito, la predicción del futuro, sino "indicando por medio de signos", pues a través de esta predicción modelan el modo de la demiurgia. Lo mismo que ellos engendran todo por imágenes, así también significan todo por medio de símbolos; y quizás también excitan nuestra capacidad de síntesis hacia una agudeza mayor con el mismo impulso.

Es de notar que en el mundo islámico llaman genios (djinns) a los demonios que poseen a las personas y aquellos de los que se valen los magos. Jámblico añade otro tipo: los "demonios nuncios", posiblemente la versión griega de los ángeles del judeocristianismo:

Entre éstos hay que contar también a los "demonios nuncios", como dice Platón, que anuncian “a los dioses los actos de los hombres y a los hombres los de los dioses”, y elevan nuestras plegarias ante los dioses, como ante unos jueces, manifestándonos, a su vez, mediante los oráculos, los consejos y advertencias de aquéllos.

Porfirio (234-305 d.C) da su versión sobre los demonios en esta otra entradaEn algunos textos herméticos de notable antiguedad se aportan interesantes dados:

De modo que los demonios tienen en su poder el gobierno terrestre en su totalidad a través del instrumento de nuestros cuerpos. El mismo gobierno al que Hermes llama destino. Los demonios sagrados viven en lugares cercanos a los astros. La atmósfera está llena de demonios.

Entre los antiguos había una asociación entre los dioses y los astros, no es coincidencia que la palabra "dios" signifique "brillante". Si los demonios eran mandados por los dioses o los brillantes astros, tiene sentido que habiten cerca de ellos.

Los demonios y el destino: Como vimos en su etimología hay bastante relación entre los demonios y el destino. Veamos un texto de San Isidoro (s.VII d.C) al respecto que no tiene desperdicio:

Dicen que los demonios fueron llamados así por los griegos, como si se dijera "daémonas", esto es "experimentados" y "conocedores de cosas". Tienen conocimiento de muchas cosas futuras, por lo que suelen proporcionar alguna alguna que otra respuesta. Se da en ellos un conocimiento de las cosas mayor que el de la debilidad humana; en parte de la agudeza de su inteligencia más viva; en parte, por la experiencia de su dilatadísima vida; y en parte, por revelación angélica, de acuerdo con el mandato de Dios. Estos en cuanto a su naturaleza, gozan de cuerpos etéreos. Antes de su rebeldía disfrutaban de cuerpos celestes. Pero después de su caída fueron transformado en esencia etérea, y no se les permitió ocupar los espacios más puros de aquel aire, sino otros más tenebrosos, que les sirven de prisión hasta que llegue el momento del juicio. Son éstos los ángeles prevaricadores, cuyo príncipe es el diablo.

En opinión de la Iglesia, los magos y algunas clases de adivinos formulaban plegarias y ofrecían sacrificios en las aras de los ídolos para conseguir de los demonios respuestas acerca del futuro. El poder del destino o hado es tal que al menos en la mitología sumeria y griega los mismos dioses estaban subyugados a él. El hado (en inglés fate) eran palabras habladas que sellaban el destino de cualquier persona, el encargado de pronunciarlas era una especie de adivino llamado fatidicus (fatídico). En algunos textos antiguos (y modernos) se habla del poder para adivinar el futuro de los endemoniados así como el de hablar varias lenguas.

Algunos magos por medio de un pacto demoniaco o dominación espiritual conseguían buena fortuna y riquezas a lo largo de sus vidas, pero al morir debían pagar el precio por retener su destino, pues éste puede ser evitado temporalmente pero al final (como las deudas) la factura acumulada hay que pagarla. En las leyendas el mismísimo Zeus podía retrasar el destino pero nunca evitarlo. Está escrito que todo aquel que pretenda beneficiarse a costa de los demonios acaba mal, pero el hombre es necio y no aprende la lección.

Conclusiones personales: Desde el punto de vista estricto de la palabra, los demonios son entidades energéticas que arbitran el destino de los seres vivos, basándose en las buenas o malas acciones (karma) del individuo. Al tener cada persona un demonio puede afirmarse, en efecto, que cada uno fabrica su propio destino. Los malos demonios se encargarían de los castigos mientras que los buenos de las recompensas. Los demonios no son malos de por sí, es el propio hombre quien genera su mal y el vérdugo o árbitro (en este caso el demonio) cumple la sentencia.


En definitiva los demonios son la herramienta que el Creador emplea para mantener el orden y la armonía en el universo. Aparte de esto, todo lo demás sobre ellos son minucias.



Dedico este trabajo a los demonios, sin ellos solo existiría el caos.

sábado, 8 de febrero de 2014

Herejes y sectarios

Por defecto, entendemos que los herejes son unas minorías que pelean contra el poder religioso establecido, tales como fueron los judeoconversos, los cátaros o ciertos grupos de sectas satánicas. El término tiene hoy día una clara connotación despectiva. Trataremos en la entrada de desenmascararlos.




La palabra procede del latín haereticus tomado a su vez del griego haeretikós "partidista" "sectario", derivado de haréomai "yo abrazo un partido" (propiamente "yo escojo"). Por otro lado, "secta" tiene como raíz etimológica sekw-1 (seguir), procede del latín sequor (seguir) y tiene el significado de "línea de conducta que se sigue" "partido, bando" "escuela filosófica". Como puede comprobarse las diferencias entre ambos vocablos son mínimas, siendo probablemente sinónimos. San Isidoro (s. VII), en cambio, defendía una sutil diferencia entre ambas:

Herejía es palabra griega cuyo significado deriva de "elección", precisamente porque cada uno elige lo que le parece mejor, como los filósofos peripatéticos, académicos, epicúreos y estoicos; o como quienes, forjando en sus reflexiones un dogma erróneo, se apartaron de la Iglesia siguiendo sus propios criterios. Así pues, "herejía" es un vocablo griego que tiene su origen en la idea de "elección", por la que cada uno, según su libre albedrío, elige qué ideología profesar o seguir.

"Secta" deriva su nombre de "seguir" y "sostener". Llamamos secta a la disposición del ánimo, a los criterios sobre la doctrina o a la concepción ideológica que, una vez forjada, se sigue, mostrando, en lo que al contenido de la religión se refiere, criterios muy distantes de los demás.

Asimismo da una larga lista de herejías antiguas entre los cristianos (basilidianos, maniqueos, priscilianistas, arrianos, etc.), los judíos (por ejemplo saduceos y fariseos) e incluso paganas. Es de notar que el catolicismo, a pesar de ser una herejía cristiana, no aparece en la lista. ¿Por qué? La respuesta es evidente: Desde el s.IV d.C el emperador Constantino proclamó a la Iglesia católica como la religión oficial del Imperio. Dicho de otro modo, se trata de la religión verdadera que ha conseguido imponerse a la competencia espiritual de otras herejías. Cristo no era cristiano (el cristianismo es posterior en el tiempo) sino un judío piadoso. Abajo Pablo de Tarso, verdadero fundador del catolicismo. Vivió obsesionado con la conversión de los paganos.




El pensamiento exclusivista del catolicismo, como en todas las sectas, aparece en las propias palabras de Isidoro:

Católico quiere decir "universal", derivado de "Kath`bólon," esto es, "de acuerdo con el total"; y es que no se circunscribe simplemente a algunos distritos regionales, como los grupúsculos de los heréticos, sino que, en su expansión, se ha difundido por todo el orbe de la tierra. Y de ello da testimonio el Apóstol cuando les dice a los romanos: "Doy gracias a mi Dios por todos vosotros, porque vuestra fe es anunciada en el mundo entero". De aquí que se aplique el nombre de universalidad, derivado de "uno", porque reune a todos en la unidad.

A nosotros, en cambio, no nos está permitido elaborar creencia alguna siguiendo nuestro criterio; ni siquiera afiliarnos a la que otro cualquiera haya concebido siguiendo sus propias especulaciones. Nosotros tenemos como fuente los apóstoles de Dios; y ni siquiera ellos establecieron lo que debían enseñar según su personal criterio, sino que enseñaron fielmente a los pueblos la doctrina recibida de Cristo. De manera que, si un ángel descendiese del cielo y nos predicara una doctrina diferente, sería anatema.

La aparición de la Inquisición durante la Baja Edad Media acentuó más si cabe este pensamiento exclusivista. El todo vale para mantener el monopolio religioso causó millones de muertos, invasiones que arruinaron países (cruzadas, guerras de religión) y un control perverso y sistemático de la población a base de lavado cerebral.




Las enseñanzas de Martín Lutero (1483-1546) inspiraron las reformas protestantes. Fundador del luteranismo, fue sin duda el hereje cristianos más dañino para la secta católica en toda su historia.






Las sectas en la actualidad: Propiamente hablando las sectas y las herejías no se limitan exclusivamente al campo de la religión o la filosofía, sino también al de la política o los sentimientos de las personas. Los rasgos fundamentales de casi todas ellas son los siguientes:

1-La secta fue fundada por un líder espiritual o ideológico que estableció normas y pensamientos a sus seguidores.




2-La secta tiene la razón absoluta, hay que convencer al prójimo en la medida de lo posible de su error. El sectarismo y la defensa del partido debe ser el comportamiento habitual. Dan un sentimiento de protección y pertencia de grupo a las masas.




3-La obediencia total a la jerarquía sectaria es esencial para mejorarse a sí mismo y lograr influencia. Mientras mayor sea la ignorancia y estupidez de los seguidores mejor que mejor. Abajo Sabino Arana, fundador del PNV.




Dichos rasgos se dan en un buen número de partidos políticos, equipos de fútbol, grupos apocalípticos, etc. Entre los más conocidos se encuentran los masones, los Iluminati, los sionistas, los suníes (musulmanes), carlistas, jacobinos, la Iglesia evangelista, etc. En definitiva las ideas y emociones populares son un fertilísimo mercado persa que unos pocos no han dejado de explotar durante milenios, de ahí la mala fama que tienen las sectas y herejías (al igual que los bandoleros; vocablo procedente de "bando"). Abajo Pablo Iglesias, fundador del PSOE.






La forma de gobierno propia de las herejías (sean políticas o religiosas) es la partidocracia (gobierno de los partidos). En algunas naciones un solo partido contiene todo el poder de una nación, en otros dos (bipartidismo). A diferencia de la democracia (gobierno del pueblo) la partidocracia defiende prioritariamente los intereses de los partido/s, para ello se vale de leyes que les otorguen el poder. Abajo, Jose María Escrivá de Balaguer, fundador del Opus Dei, una secta dentro de otra secta. Ocurre a menudo entre las grandes herejías.









El sueño delirante de las sectas es alcanzar la ortodoxia y desde allí someter al prójimo con sus postulados (la "verdadera" religion; la "verdadera" derecha, etc.) ¿Entra dentro de lo posible achacar a algunas sectas actuales un importante poder político y financiero? La historia nos demuestra que la respuesta es un rotundo SÍ. A menudo forman verdaderos lobbys de presión que las diferencian poco de las corporaciones. La causa por la cual conviene desconfiar de los bandoleros es porque nunca son imparciales.